Buenas tardes.
Hoy vengo a hablaros de un recurso que he creado y que me tiene completamente enamorada desde hace un par de años: las miniclases.
Resulta que una de las cosas más demandadas por los niños a la hora de ganar algún tipo de juego, era pasar 5 o 10 minutos llevando el timón de la clase: siendo profes o seños.
Decidí llevar a mi terreno ese interés y preparé para el área de ciencias una actividad a la que denominé “Miniclases”.
La idea era que, sobre un tema previamente escogido, se hiciera algún tipo de investigación o ampliación del mismo y se explicara en clase convirtiéndose durante esos minutos en profe o Seño. No se trata de una exposición al uso sino de algo más activo, interactuando con sus compañeros, haciéndoles partícipes, contestando sus dudas...
Para llevar a cabo esta actividad siempre realizo estos pasos:
1º. Al inicio de la unidad hago un esquema en la pizarra de forma conjunta con ellos de todo los contenidos que vamos a tratar en ese tema.
2º. Les doy algo de tiempo para que, echen un vistazo al libro y escojan un tema a tratar para su miniclase.
3º. Repartimos los temas y ponemos fecha para la explicación.
Al alumnado le digo que deben intentar ser originales y que se pueden apoyar en cualquier tipo de medio visual, digital, maqueta...etc.
Las primeras miniclases fueron complicadas porque claro, el niño o niña que estaba en la pizarra estaba muy metido en lo que se había preparado pero el resto desconectaba y a veces no eran capaces de valorar (o respetar) el trabajo del compañero/a.
Por esta razón incluí un 4º paso en las miniclases y es que la persona que se convierte en docente, debe preparar una pregunta para cada uno de sus compañeros.
El exámen final se haría con preguntas escogidas de entre todas las que preparan para sus miniclases cada uno de los niños.
A su vez, los compañeros deberán estar “tomando apuntes” de todo lo que se diga en la miniclase puesto que, contestar bien a la pregunta que le hagan le supondrá un positivo.
Esto facilitó mucho las cosas y conseguí la atención plena de todos al trabajo que hacían los compañeros.
Cómo siempre en este trabajo, cuando le damos alas a los niños suceden cosas maravillosas y...comenzaron a crear miniclases dignas de ser grabadas y reproducidas en algunas facultades de magisterio: hacían juegos donde involucraban a sus compañeros, preguntas, canciones, teatros, maquetas...todo con la finalidad de que se comprendiera todo aquello que habían investigado.
Esta actividad la comencé a hacer con alumnos de 4º y he seguido hasta llegar a 6º.
Aquellos alumnos que realizan su miniclase tienen su nota y para el examen final tienen una ventaja muy grande con respecto al que no ha participado: partirán con la nota que tengan en su miniclase por lo que el examen solo servirá para mejorar. Es un aliciente muy grande para que preparen verdaderas obras maestras.
No obligo a nadie a hacer miniclases puesto que a veces hay niño y niñas que por su timidez o vergüenza les resulta complicado ponerse delante de todos y hablar...pero os aseguro que hasta los más tímidos terminan participando.
Algunas maquetas que me han hecho este curso para algunas miniclases os las puedo dejar por aquí y así podréis ver cómo se implican los niños y niñas y las cosas que hacen.
No tengáis miedo a darles alas a los niños, no temáis en darles “el control” de la clase durante 20 minutos (el control real porque yo me siento en un pupitre al final de clase y no hablo salvo para aclaraciones o echar alguna que otra manita). No temáis compañeros... Educar es maravilloso y nuestros niños más.