viernes, 9 de diciembre de 2022

LENGUA DE SIGNOS EN LA CLASE DE MÚSICA

¡Buenos días de viernes!

Hoy os traigo más que una entrada, una reflexión.

Todas aquellas personas que me conocen saben de sobra que la Lengua de signos es un elemento transversal para mí que introduzco en casi todas las materias que suelo impartir. 

Muchas veces nos encontramos con personas que me preguntan que cómo es posible combinar la Lengua de signos (LSE en adelante) con la música. 

Es bastante sencillo pero comencemos por el principio: ¿Por qué trabajo la Lengua de signos?

Desde que estaba estudiando pude tener, gracias a mis amistades, contacto directo con personas sordas o con algún problema de audición. Vi perfectamente su día a día y todas las barreras a las que tienen que hacer frente. 

En muchas conversaciones de oyentes, al no poderse integrar, terminan simplemente asintiendo y no pueden enterarse de todas aquellas cosas de las que se hablan, no pueden reirse de las bromas...porque simplemente no se piensa en ellos. 

Yo no pretendo hacer bilingües a los niños y niñas porque ni yo misma lo soy. Yo tengo unas nociones básicas/avanzadas de LSE y pretendo transmitirles a los niños las ganas de aprenderla y con ello, podremos hacer el mundo un poquitín mejor. 

¿Cómo integro la LSE en el aula de música?

Sencillo: a través de canciones

Elijo una canción que quiero trabajar en el aula y a partir de ella empezamos a trabajar vocabulario, estructuras gramaticales...y vamos construyendo conocimientos. 

Una vez que vamos aprendiendo los signos correspondientes a las letras de las canciones comenzamos a signar la canción y ahí es donde entra en juego la música: los signos los haremos a un ritmo determinado, deberán coincidir con un tempo marcado y deben estar cargados de musicalidad y expresión. No es suficiente solo con hacer los signos: hay que interpretarlos y darles el sentido y la intención adecuada dentro de la melodía. 


¿Realmente funciona?

En los niños y niñas despierta un interés increíble. Todos ellos están deseando que llegue el momento de practicar Lengua de Signos porque sienten que se divierten y además, aprenden un idioma nuevo.

Ir por el pasillo de tu centro y que una alumna se acerque y te pregunte "maestra, ¿dónde puedo ir para poder aprender más sobre la Lengua de Signos?" es una sensación inexplicable, maravillosa. 

Se sienten motivadísimos y eso, a su vez, hace que se interesen por mi asignatura, ¿qué más puedo pedir? 

Obviamente no todos los maestros tienen formación en LSE pero os animo a que si sabéis formas de romper barreras, si tenéis conocimientos que en un futuro pueda ayudar a personas...compartidlos con los niños y niñas porque ellos son nuestro futuro. Ellos son los que harán de nuestra sociedad una sociedad más inclusiva, con menos barreras y en las que todos y todas se sientan integrados. Quizás es una utopía...pero yo soy una soñadora y eso, señoras y señores, no me lo va a quitar nadie.