¡Hola a todos!
Esta semana nos lo hemos pasado genial en clase porque hoy he podido presentarles a mis niños y niñas del primer ciclo a Pepito.
Todo esto es consecuencia de haber trabajo con grandes profesionales que me han ido dando ideas maravillosas y las cuales he usado a diario en mi trabajo.
Hace muchos años coincidí en un colegio con una compañera de música que era maravillosa. Me encantaba la forma que tenía de conectar con su alumnado y una de las cosas que más me llamaba la atención era que ella usaba una mascota, una marioneta, para dar algunas de sus clases.
Cuando se separaron nuestros caminos yo he seguido haciendo muchas de las cosas que haciamos juntas entre ellas, usar a Pepito.
Cuando sacas una marioneta en una clase llena de niños pasan varias cosas:
En primer lugar sientes un poco de “miedo” por saber cómo acogeran al nuevo miembro de clase y porque, muchas veces, vemos a los niños y niñas metidos en cosas tan de mayores que se nos olvida que solo tiene 5, 6 o 7 años…siguen siendo niños. Y así lo demuestran desde el minuto cero con sus cras de entusiasmo e ilusión.
Otras de las cosas que más me sorprendió (y a día de hoy me sigue sorprendiendo) es que, cuando en una de mis clases sale Pepito…ya no me miran a mí. Miran a la marioneta como si realmente tuviera vida. ¡Es maravillosa la inocencia!
¿Cómo introduzco una marioneta en mi día a día?
Pues bien, debo decir que esto solo lo hago con primer ciclo y empiezo enseñándoles una canción:
“Hola, hola, Pepito… ¿dónde estás?”
Esta canción se repite en bucle y les digo a todos que deben empezar a cantarla muuuuuy flojito. Vamos subiendo la intensidad y bajando durante un rato trabajando de eta manera la intensidad del sonido.
A la marioneta la llevo metida en una bolsa, meto la mano en ella mientras los niños están cantando y cuando lo veo conveniente sale.
Ahi hay siempre un momento de MAGIA PURA. Pepito frente a los niños y niñas, mirándose…es maravilloso.
Lo que hago es que Pepito viene a clase cuando tengo que introducir algún concepto nuevo, de forma que me “ayuda” a que ellos lo entiendan. Lo uso mucho también cuando sé que hay niños tímidos (Pepito viene ese dia tímido), cuando hay niños que no van al mismo nivel que los demás (hago que Pepito pregunte mucho para repetir varia veces las cosas de distinta manera…)
En fin, las posibilidades son infinitas. Todo aquello que se os ocurra lo podéis trabajar.
Si os animáis a usarlo en el aula y necesitáis alguna ayuda no dudéis en escribirme que estaré encantada de ayudaros.
¡¡PONED UNA MARIONETA EN VUESTRAS AULAS!!
